Cuando conocí a Vannesa, enseguida sentí una conexión especial. De hecho, ambas tenemos la sensación de conocernos de antes, y durante todo el proceso hemos intentado averiguar de qué. Finalmente no lo hemos descubierto, pero con lo que sí nos quedamos es con una relación más cercana a la de amistad que a la profesional. Esto no es algo gratuito, sino que se ha gestado durante todo un año a través de una comunicación muy fluida, transparencia, amabilidad y un gran espíritu de acompañamiento. Y es que Vanesa es todo eso y más. Tiene las manos y la habilidad de una gran profesional, y la empatía y corazón de una gran mujer. Consiguió que me sintiera una princesa. Guapísima sin dejar de ser yo. No escatimó en escucha ni distintas pruebas de producto hasta lograr el resultado soñado. Además de todo, es puntual, pulcra y con capacidad de resolución a cualquier demanda. La recomendaría con los ojos cerrados. Gracias por todo, amiga!